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El kit de detección del virus de la hepatitis A (KHAV) permite detectar el virus de la hepatitis mediante la técnica de RT-PCR Tiempo-Real en todos los tipos de muestras ambientales (agua, aguas residuales, aguas marinas, aguas turbias, aire, superficie, etc.) y alimenticias (moluscos, fruta, verdura, alimentos procesados, etc.). Con cada kit pueden realizarse 48 reacciones de RT-PCR Tiempo-Real. La detección se ajusta a la norma ISO/TS15216-1 y 2.
El virus de la hepatitis A y su transmisión
El virus de la hepatitis A es un virus de ARN monocatenario sin envoltura. El periodo de incubación es de en torno a un mes. La vía de transmisión más habitual es la fecal-oral. Las muestras alimenticias pueden contaminarse por manipuladores de alimentos o por el ambiente. Debido a sus propiedades estructurales, el virus de la hepatitis A puede resistir diferentes tratamientos físicos o químicos y procesos de preparación de alimentos. Absorbido en partículas, puede sobrevivir en distintas clases de ambiente durante largos periodos de tiempo.
El consumo de alimentos contaminados puede dar lugar a brotes de la enfermedad en humanos. No existe un tratamiento curativo específico, pero sí una vacuna.
Detección molecular del virus de la hepatitis A
No se han podido adaptar eficazmente los métodos serológicos para la detección del virus de la hepatitis A en muestras ambientales o alimenticias. La detección mediante cultivo celular es difícil. La detección mediante RT-PCR Tiempo-Real, tras la extracción y la purificación del ARN vírico, es uno de los métodos más adecuados, dada su rapidez y sensibilidad.
El kit de detección del virus de la hepatitis E (KHEV) permite detectar el virus de la hepatitis E mediante la técnica de RT-PCR Tiempo-Real en todos los tipos de muestras alimenticias (moluscos, fruta, verdura, alimentos procesados, etc.). Con cada kit pueden realizarse 48 reacciones de RT-PCR Tiempo-Real.
El virus de la hepatitis E y su transmisión
El virus de la hepatitis E es un virus de ARN monocatenario sin envoltura, con cuatro genotipos (1, 2, 3, 4). Su vía de transmisión más habitual es la fecal-oral. Normalmente las muestras alimenticias pueden contaminarse con este virus por manipuladores de alimentos o el ambiente. Debido a sus propiedades estructurales, el virus de la hepatitis E es resistente a multitud de tratamientos físicos o químicos y procesos de preparación de alimentos, lo que contribuye a que sobreviva durante largos periodos de tiempo en muchos ambientes diferentes. El consumo de los alimentos contaminados puede dar lugar a brotes de la enfermedad en humanos.
Detección molecular del virus de la hepatitis E
No se han podido adaptar eficazmente los métodos serológicos para la detección del virus de la hepatitis E en muestras ambientales o alimenticias. La detección mediante cultivo celular es difícil. Debido a su rapidez y sensibilidad, las técnicas moleculares (p. ej. la RT-PCR Tiempo-Real) son los métodos más adecuados para la detección del virus de la hepatitis E tras la extracción y la purificación del ARN vírico.